miércoles, 12 de diciembre de 2012

La fábula del tonto que sabía lo que hacer y lo que no.



"Nadie se acercaba a los caminos de ese bosque, todos sabían lo que alli les esperaba. Las Leyendas eran claras, los pocos idiotas que se habían adentrado regresarón locos, ciegos, mudos, sordos y los pocos dias se convertían en polvo y arena como si su corazón nunca hubíera latido...pero El...El era diferente, había crecido en ese bosque, le habían enseñado a tenerle miedo pero su curiosidad siempre fue mas fuerte. Aunque siempre lo intentaba evitar terminaba por alejarse de los caminos tratando de encontrar lo que unos cuantos tontos buscaron...un reflejo en el agua...un sonido en un árbol...unos ojos Vivos en la noche...señales que le aterraban pero avivaban el fuego de su Curiosidad. Algunos lo llamaban "demonio", "leyenda" otros tantos, lo que era seguro es que en ese lago había algo que nadie entendía.

No puedo aguantar más y siguió el camino que algunos tomaron...y del que pocos regresaron. Con la seguridad del que sabe que esta buscando su destino y el miedo del que se sabe indigno de el encontró una tabla en un gigantesco árbol: "Aunque hayas llegado lejos, pasar de aquí exige un pago, si atraviesas estas lindes nunca mas tu voz será escuchada" No sin cierto miedo, continuo seguro su camino sin emitir ni un solo sonido hasta que llego a un cruce de caminos separado por una enorme piedra, la piedra tenía un mensaje tallado "Siempre hay elección, si por la derecha sigues podrás volver a tu casa cantando. Si decides ir por la izquierda el camino será duro y tus ojos nunca más podrán mirar" No volver a ver le aterraba pero...sabía lo que tenía que hacer y con la vista nublada prosiguió con su rumbo.

No sabía si había caminado dias, horas...quizá meses, tropezando y sangrando con cada piedra del camino. De pronto sintió una corriente de aire y escuchó una voz "No des un paso más o está será la ultima voz que oigas" Está vez no hubo ni un instante de duda...sus pasos siguieron al mismo tempo.

A estas alturas había renunciado a volver a usar la espada, a ver un nuevo amanecer, había renunciado a su amada música y al placer de las palabras. Cuando pensaba que ya no tenía nada que perder notó agua en sus pies y una voz entró directamente en su cabeza: "Pocos necios llegan hasta aquí, un solo paso mas supondrá el final de tus latidos, de tu cordura y tus manos" Sonriente y de nuevo sin vacilar dio su último paso...su ultimo paso como ciego, sordo y mudo. Mientras sus ojos se acostumbraban a la luz oyó el ruido del agua, de los peces y las aves. Grito de alegría cuando sus ojos comenzaron a ver junto a el el puente que cruzaba el lago y lloró de emoción al ver esos ojos, los ojos del bosque, los ojos de la Dama que tantos vieron y tan pocos miraron, los ojos que ahora le miraban de arriba abajo sorprendidos...

El no podía parar de sonreír y empezó a hablar:

-Nadie puede sacrificar lo que no es suyo...¿Mi voz? Mi voz solo callaba si no podía decir tu nombre...¿Mis ojos? Dejaron de ser mios hace tiempo desde la primera vez que vi los tuyos, aquella mañana cuando era joven... ¿Mi oido? ¿De que me servía si no era para oir tu voz?...¿Mis manos? Carne muerta si no escriben por ti...¿Mi cordura? Eso fue lo más facil (dijo riendo) , nací sin ella y..¿Mis latidos?..Mis latidos te los regales mucho antes de entrar en este bosque..-

La Dama del Lago sonrió y justo en ese momento..."

Justo en ese momento Arturo despertó, como cada noche en los aposentos de su castillo...solo. El adorado rey, con su amante pueblo y su preciada espada soñaba cada noche con como sería todo...con como quería que hubiera sido si hubiera atravesado el bosque alguna vez pero...el era el Rey, solo podía permitirse pensarlo, soñarlo y continuar su camino sin acercarse al bosque, como todo el mundo esperaba, como era lo correcto y asi, como cada día, se levanto de su cama sin hablar a nadie...incapaz de fijarse en lo precioso de su reino, ignorando a cada cual que le hablaba...

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