domingo, 10 de febrero de 2013

Como la plata al romperse.

Hay palabras y pensamientos que dejan eco y otros que dejan hueco. Creo que estas le dejaban las dos cosas dentro.

"Odiaba equivocarse, no lo podía soportar puede que fuese arrogancia o un nivel de exigencia a si mismo demasiado alto, eso podría haber explicado su total ausencia de autoestima. Siempre que lo hacía recordaba las palabras de su amigo "Si la lio, la lio bien" era algo que empezaba a aplicar a equivocarse. Empezaba a verlo como un atleta o un coche cutre: si para soportarse queria pensarse algo mejor de lo que era, que se creyera medalla de oro o un Aston Martin....¿Menuda estupidez verdad? Se refería a que si hasta al equivocarse se quedaba corto y se creía plata o un Auris, cuando viese que le adelantaban por la derecha ni siquiera tendría el consuelo de haberse creido demasiado alto.

Eso le hacía recordar otras palabras, le recordaba que perserverando era gerundio de conseguir, que insistido era participio de sufrir, que equivocar sin saber, sin sé, no es infinitivo que, en definitiva, asumir no era un presente perfecto pero si un principio posible o probado o penoso. Le hacía recordar que de haber oido un ruido hubiese sido mejor que fuera oro, no el de la plata al rompese."

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